Una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue que bajarían los precios de las gasolinas, el gas y la electricidad, los energéticos en su conjunto. Al menos dijo que en los primeros tres años los precios no subirían y posteriormente comenzarían a bajar. Han pasado ya 9 meses de gobierno, ¿cómo va esta promesa?
En la segunda quincena del mes de agosto, la tasa de inflación general llegó a 3.16%, que está en línea con el objetivo de Banco de México (Banxico) y que resulta la inflación más baja desde noviembre de 2016. Los productos que más se incrementaron fueron los agrícolas (limón, naranja y papaya), mientras que los que más disminuyeron fueron el chayote, la cebolla y el transporte aéreo.
Por grupos de productos, fueron los energéticos los que reportaron la mayor baja a -1.53% a tasa anual, con lo que la inflación no subyacente (la que se compone por productos agropecuarios, energéticos y tarifas de gobierno) llegó a su nivel más bajo en 40 años, a sólo 1.28%, después de que en septiembre de 2017 rebasara el 12%.
Sí analizamos el incremento inflacionario de los energéticos durante el sexenio de Peña Nieto (diciembre de 2012 a noviembre de 2018) y los 9 meses del gobierno de López Obrador, notamos que en el sexenio anterior los energéticos subieron 39%, mientras que en el actual sexenio han disminuido 9.40%.
En la gráfica 1 se muestra el índice de precios sólo de los energéticos. La barra verde indica el nivel de precios al inicio del gobierno de Peña Nieto, mientras que la barra naranja representa el nivel de precios al inicio del gobierno de Andrés Manuel. Es claro que sólo de abril a septiembre de 2013 los precios de los energéticos se mantuvieron por debajo de su precio inicial, estuvieron más o menos estables hasta noviembre 2016 y posteriormente iniciaron una carrera inflacionaria hasta el final del sexenio.
En contraste, durante este sexenio, sólo en el mes de marzo de 2019 los precios de los energéticos estuvieron por encima del precio inicial del sexenio, a partir de ese mes tomaron una pendiente negativa, de modo que, al día de hoy, tienen el mismo precio real que en abril de 2018. En otras palabras, los energéticos no sólo no han subido de precio, sino que en términos reales disminuyeron.
Elaboración propia con datos de INPC-INEGI (2012-2019)
Por ciudades, fue Tapachula, Chiapas la que reportó la mayor inflación con un incremento mensual de 0.56%; mientras que Atlacomulco, Estado de México, fue la de menor inflación con una tasa de -0.97%.
La baja en el nivel general de precios, de forma particular en los energéticos, más los aumentos salariales de este año se traducen en la mayor recuperación del poder adquisitivo de los salarios en los últimos 40 años, sólo detrás del año de 1976, el último gran año para la mejora de las condiciones de la clase trabajadora.
Por fin hay buenas noticias y hay que difundirlas; pero además hay esperanza de que las tendencias de mejora continuarán. Sigamos adelante con la 4ta transformación nacional.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos