El 28 de agosto pasado Banco de México (Banxico), la autoridad autónoma encargada de la política monetaria del país, publicó su informe trimestral abril-junio 2019. En el informe incluye un estudio sobre el efecto del aumento salarial y el empleo. Sus resultados señalan que el aumento salarial de este año afectó la generación de empleos en un aproximado de 52 mil plazas formales. Con lo anterior concluye que si continúan los aumentos salariales en la misma proporción, habría una menor generación de empleos.
¿Es correcta esta conclusión de Banxico? Definitivamente no. Banxico cometió varios errores en su análisis. Aquí refutamos sus resultados.
Cabe señalar que el poder adquisitivo de los salarios cayó durante el periodo neoliberal a una cuarta parte de lo que tenían a finales de los años setenta y que el actual gobierno se ha fijado como meta recuperar ese poder adquisitivo, por lo que en enero entró en vigor el mayor aumento salarial en 36 años: 100% en la franja fronteriza norte y 16% en el resto del país.
Un aumento salarial proporcionalmente grande puede afectar dos variables: la inflación (nivel general de precios) y la tasa de desempleo (ya que los empresarios están menos estimulados en contratar personal). Sin embargo, en diversos estudios basados en corrientes heterodoxas se demostró que, dado el bajísimo nivel salarial que teníamos, un aumento de esa magnitud no iba a repercutir ni en la inflación ni el empleo. En efecto, la tasa de inflación no aumentó, pero Banxico ha afirmado que el empleo creció en menor ritmo de lo esperado.
Banxico construyó un modelo de datos de panel (combina una dimensión temporal con una transversal) donde analiza el periodo enero 2015 a abril de 2019 y compara los municipios de la franja fronteriza con los del resto del país. Posteriormente, con un análisis confractual, supone cuál sería el nivel de empleo si el salario hubiera aumentado en la misma proporción que en 2018 y sus resultados demuestran que el aumento salarial desaceleró los empleos.
Sin embargo, este análisis es equivocado por diversos motivos:
a) El periodo que toma de estudio es demasiado corto para determinar con exactitud los componentes de una serie de tiempo (estacionalidad, ciclo, tendencia e irregularidades), si consideramos periodos de tiempo más largos los resultados son diferentes. El periodo que toma Banxico (4 años) ignora las condiciones cíclicas sexenales. En la gráfica 1 se muestran las tasas de generación de empleo del primer y del sexto año de cada sexenio desde 1952 con Adolfo Ruiz Cortines (ARC). Se observa que, en un periodo de 66 años, en el primer año la tasa es más baja que en el sexto año, la excepción se presentó en el sexenio de Carlos Salinas (CSG); incluso con Zedillo y Fox, el primer año de gobierno el empleo presentó tasas negativas.
Elaboración propia con datos de IMSS años seleccionados
b) El análisis confractual compara años equivocados, ya que considera los empleos generados entre enero y abril de 2019 con enero y abril de 2018, es decir, un final de sexenio con un inicio. Se debió comparar el primer trimestre de este sexenio con el anterior. La gráfica 2 muestra las tasas de crecimiento del empleo (del primer trimestre de cada año) del sexenio de Fox a la fecha, observe que siempre en inicio de sexenio, la tasa de crecimiento es más baja que en el año último del sexenio anterior. Observe la pendiente negativa de 2000 a 2001, (Fox); 2006 a 2007, (Calderón); 2012 a 2013, (Peña) y también de 2018 a 2019 (AMLO). De hecho, la pendiente negativa de AMLO es la menor de los últimos 4 sexenios, sólo después de la de Calderón.
Elaboración propia con datos de IMSS años seleccionados
c) Banxico incluye supuestos equivocados en su modelo. Si consideramos que el aumento salarial entró en vigor en enero, la repercusión en la dinámica de empleo no es inmediata porque hay rigidices en el corto plazo debido a los contratos, sea con proveedores (las empresas deben cumplir los compromisos de producción) o con trabajadores (por el contrato de trabajo), por tanto, si hubiera efecto en el nivel de empleo este sería retardado, imposible de visualizar en sólo tres meses. Además, los aumentos sólo afectaron a aquella población que percibe un salario mínimo, quienes no percibimos el salario mínimo no recibimos tal aumento, por tanto, se debió incluir sólo la proporción de población que obtenía un salario mínimo y no el total.
d) No se consideraron factores externos en el modelo. Banxico señala que la mayor causa de pérdida de dinamismo en el empleo en la franja de la frontera norte se debe al aumento salarial, pero no se consideraron los efectos de la guerra comercial Estados Unidos-China y los aranceles que se gravaron a México, principalmente al acero. Sí la mayoría del empleo en esa franja está orientado a la maquila de la industria metal-mecánica, es claro que iba a presentar un menor dinamismo que el resto del país.
e) Aun suponiendo sin conceder, que el modelo de Banxico fuera correcto, los resultados arrojan que se dejaron de generar 52 mil empleos formales, comparados con los más de 20 millones de empleos del país, la diferencia equivaldría a sólo 0.24% del total, una cifra bastante ínfima para el beneficio nacional que implica la distribución del ingreso por el aumento salarial.
f) Otros modelos econométricos de series de tiempo demuestran que el nivel de empleo formal está por encima de la tendencia ciclo, por lo que, considerando las variaciones y tendencias de largo plazo, el empleo no se ha visto afectado por un evento atípico como el aumento salarial más grande de las últimas 3 décadas. El Observatorio Internacional de Salario Digno de la Universidad La Salle presentará estos modelos en breve.
Es claro que el análisis de Banxico es incorrecto, pero más aún, está dirigido a manipular a la opinión pública para detener el camino de la recuperación del salario. Llamamos respetuosamente a los subgobernadores críticos de Banxico a fijar sus posturas al respecto.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos