La credibilidad de la dirigente estatal del PAN, Genoveva Huerta, ante sus correligionarios está por los suelos. Gracias a las traiciones, movimientos a su favor y acciones que van en contra del mismo PAN, la líder se está convirtiendo en una pieza que estorba en el partido blanquiazul.
A los oídos de este columnista llegó una información de muy buena fuente que habla sobre las acciones de Genoveva Huerta a espaldas del PAN, específicamente sobre un acercamiento con la Secretaría de Gobernación.
Resulta que Genoveva Huerta, además de ser la artífice de la peor debacle del PAN en su historia, es también una reconocida “aviadora” de la Secretaría de Educación Pública. Aunque usted no lo crea, la panista resultó ser “maestra”.
Dicen los enterados que en sus tiempos de “profesora” dio clases de música y abandonó la docencia para dedicarse a la política (muchos creen que debía quedarse como “maestra”). Obviamente, no quiso perder los beneficios que le da estar en el magisterio.
Pues me cuentan que hace unos días, Genoveva Huerta buscó un acercamiento con la Secretaría de Gobernación, pero no vaya a pensar que fue para tender puentes entre el PAN y el Gobierno del Estado. Para nada, fue para salvar su pellejo.
El PAN es poco importante para Genoveva, pues acudió a solicitar un encuentro con la actual administración para salvar su calidad de “aviadora”, pues eso de ganar dinero sin trabajar es algo que a muchos les encanta, más en la vida política.
El presidente nacional del PAN, Marko Cortés, ya tiene conocimiento de todo esto y está lo que sigue de enfadado con Genoveva, quien además está acusada de ocultar expedientes de aspirantes a consejeros municipales, algo que ha enfurecido al panismo poblano.
Y eso no es todo, amable lector. Lo de Genoveva Huerta es de verdad de llamar la atención, pues por abajito del agua, dicen los enterados, movió las cosas para que Jesús Zaldívar perdiera la elección interna para la presidencia del Comité Directivo Municipal del PAN.
La jugada no le salió y Zaldívar Benavides se convirtió en nuevo dirigente municipal. Como ya es costumbre, Genoveva Huerta lanzó su risa falsa y felicitó “eufóricamente” al nuevo líder, que -contrario a ella- sí cuenta con el respaldo del panismo.
Y aún hay más. Se menciona que las mujeres panistas tienen en baja estima a Genoveva por el simple hecho de que defiende a capa y espada al misógino consumado Inés Saturnino López. Sí, esa versión de “Varguitas” que se dio a conocer por actos en contra de dos regidoras de Tecamachalco.
Hagamos memoria, en sus tiempos como alcalde de esta demarcación fue exhibido por las regidoras Ruth Rodríguez Huerta y Ruth Zarate Domínguez por maltrato, ya que les retuvo sin razón alguna los sueldos y las insultó.
Esto no fue suficiente para Genoveva Huerta, quien incluso a principios de este año lo palomeó como posible candidato a la gubernatura y en cada acto con la militancia lo tiene muy cerca.
¡Vaya con la Genoveva!