Desde la escuela nos enseñaron que el Monte Everest en la Cordillera del Himalaya es la montaña más alta del mundo con más de 8.800 metros de altura. Sin embargo, su cima no es la que está más cerca del cielo. Te contamos por qué y quién lo supera (con creces).
"Alargada en los polos y abultada en el Ecuador" es la característica que define la forma de la Tierra. Esto hace que nuestro planeta no sea una esfera perfecta, y que, por tanto, algunas zonas sean más altas que otras. Esta particularidad marca la diferencia entre el Monte Everest y el Monte Chimborazo en Ecuador.
La cumbre de Chimborazo, un volcán inactivo de la Cordillera de los Andes, se eleva a unos 6.248 metros sobre el nivel del mar, muy por debajo del Everest. Pero cuando se mide desde el centro de la Tierra (por estar abultada) la cima de Chimborazo se eleva más lejos, a unos 6.400 kilómetros.
El hecho de que Chimborazo esté ubicado en una de las regiones de mayor altitud del planeta hace que sea el verdadero mirador del mundo. De hecho, la gente de Ecuador, Bolivia, Tanzania, y Kenia se encuentra 13 millas más cerca de la Luna que los habitantes de los polos.
La punta del Chimborazo se encuentra 1.5 millas más cerca del cielo que la del connotado Everest, y por ello es considerada la superficie terrestre más próxima al cielo.
En Ecuador, Chimborazo es una montaña sagrada donde las personas acuden para estar "cerca de Dios", y ha sido venerado desde la época precolombina. También, ha sido antropomorfizado como masculino por su cercanía con el volcán Tungurahua, conocido por los locales como 'mama Tungurahua' que de vez en cuando arroja cenizas a las laderas heladas de Chimborazo. La leyenda de 'mama Tungurahua' y 'taita Chimborazo' explica la relación entre estos dos macizos.
¿Por qué el Everest se lleva los títulos?
Al parecer, lo que hace la fama del Everest es la peligrosa pendiente que hace más retadora la subida. Escalar el Everest generalmente requiere una caminata de 10 días hasta el campamento base, seis semanas de aclimatación y un viaje de siete a nueve días hasta la cima. Sin embargo, subir el Chimborazo es posible en solo dos semanas.