El delantero senegalés del Liverpool, Sadio Mané, se puede considerar un ejemplo de la sencillez pese al gran éxito que ha tenido en su carrera como futbolista. El jugador africano no olvida sus orígenes y eso lo deja ver a cada momento.
Mané fue descubierto jugando en un torneo rural de Senegal. Salir de la extrema pobreza de la zona en la que vivía representó para Sadio un reto mayúsculo, pues su primer punto para desempeñarse como futbolista era Alemania.
Se cuenta que Mané observó a un fotógrafo que cubría el entrenamiento del Metz alemán y se acercó a él pidiéndole que le tomara una foto para enviársela a su mamá. Tras esto, Sadio Mané, quien aún no tenía claro su futuro, le preguntó al fotógrafo si era gratis.
Este fotoperiodista cuenta que le entregó la foto a Mané y luego lo vio entrenar y desde ese momento supo que sería un gran futbolista por el hambre de triunfo y la disciplina que mostraba.
Tras su paso por Southampton, Mané llegó al Liverpool, donde encontró a jugadores como Philipe Coutinho y Firmino, con quienes comenzó a hacer una asociación que generó goles al por mayor para los reds.
Sadio Mané se ha caracterizado por ser uno de los jugadores más sencillos con la prensa y con la afición. Nunca niega una entrevista y mucho menos un autógrafo. A sus 27 años, es uno de los jugadores más queridos de la Premier League.
Mané no se olvida de sus orígenes y constantemente viaja a su pueblo natal, Sedhiou, para apoyar a la escuela del lugar, pues considera que el éxito que ahora vive debe generar bienestar para quienes no han logrado salir adelante.
Sadio Mané ha sido tentado por los mejores clubes del mundo, pero el Liverpool considera que el senegalés tiene mucho que dar todavía, pues pese a que puede presumir el título de Champions League, aún tiene como asignatura pendiente la Premier League.