¡Qué cosas tiene la vida, Mariana! Rogelio Jiménez Pons, el popular Frijolito de las películas en blanco y negro de los '50s, dirigidas por Alfonso Corona Blake, hoy afamado arquitecto y desarrollador inmobiliario, tuvo la suerte de arribar a la "grilla" en los 70's con Leandro Rovirosa Wade, gobernador de Tabasco.
En ese momento, el indómito Rovirosa, destapado poco tiempo después como fallido precandidato a la Presidencia de la República por Federico Bracamontes, director y dueño delDiario de México, echaba a andar el ambicioso proyecto urbano Tabasco 2000, un sueño guajiro del sureste tropical.
Frijolito Jiménez Pons se sumó al programa, repartiendo un sin fin de jugosos contratos entre propietarios y coyotes del cotarro. Ahí se formó. Desde entonces viene su afamada trayectoria dentro de los entrambuliques de este género. Fue generoso, munificente y triunfador.
Cuando a principios de este sexenio recibió la dirección general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, reverdeció sus laureles. Pronto se hizo merecedor a coordinar los trabajos de una de las tres obras emblemáticas en trance de la Cuarta Transformación: el enigmático Tren Maya.
Jiménez Pons sigue al frente del encargo, por no sabemos qué artes
¡Ah!, pero cuando el titular del Ejecutivo Federal se enteró del trafique de terrenos y derechos de vía en los estados de Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, encomendó a Roberto Salcedo Aquino, subsecretario de la Función Pública, una tarjeta informativa del problema.
Cuando el subsecretario informó la realidad, salieron chispas: no sólo confirmó las sospechas, sino ratificó la inexistencia del proyecto ejecutivo, cartas de intención y cronograma de obras. Además, le notificó por ese conducto, que tres directores del proyecto habían renunciado a hacerse responsables de cualquier desaguisado.
Pero Jiménez Pons sigue al frente del encargo, por no sabemos qué artes. Muchos observadores lo atribuyen al conocimiento del paño: su roce y trato con antiguos benefactores locales del ascenso de Morena y del sostenimiento de las estructuras de lucha durante varias décadas.
Era un hombre confiable y demasiado acreditado, como resultaron ser Adán Augusto López, gobernador de Tabasco, Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas y compañía, quienes fueron ubérrimamente reconocidos por el dueño del pandero en ejercicio.
Hermanos, esposas, primos, amigos y asociados de ese clan son hoy los que parten el bacalao en el sureste mexicano. Bueno, hasta quienes prohijaron de alguna manera los proyectos políticos resultaron enormemente beneficiados: unos, con negocios y otros con impunidad. Los casos de Manuel Velasco y Arturo Núñez así lo constatan.
En Pemex y Cenegas, una de las primera comaladas de millonarios
La austeridad republicana suena bien para los bueyes de mi compadre. Para mis amigos, justicia y gracia, como buenos descendientes ideológicos del Patricio de Guelatao. Rogelio Jiménez Pons sufrió las condiciones del cuatachismo desde que se desempeñó al lado del titular del Ejecutivo Federal en aquellas épocas de escoleta en La Chontalpa.
Ergo, es un intocable de cepa. Podrán caer rayos y centellas sobre sus cabezas, pero la realidad es terca y agradecida para los ciclones del sureste. Podrá acabarse el mundo, pero la gloria de ese Tenochtitlán puede perdurar.
Junto a otros heroicos sobrevivientes de las luchas contra las injusticias en el edén tabasqueño, Rogelio, Adán, Rutilio, Octavio Romero Oropeza, Elvira Daniel y Javier May, éstos tres últimos de esa estirpe que acabó fundando empresas fantasma para triangular…
… los dineros de Pemex y Cenegas, forman el batallón suicida que ha pasado a integrar las primeras comaladas de millonarios egresados de la gloriosa Cuarta Transformación. Son la honra y prez de los elegidos por la soberbia para engalanar los cuadros de honor de esa escuela de capacitación político - empresarial.
En la refinería de Dos Bocas, ¿otra tapadera de Romero Deschamps?
Hasta ahí, muy mal. Pero ¿qué pasa con la otra insignia del escuadrón intrépido, la Refinería de Dos Bocas? Nada, que en días pasados la heroína insumisa, madrina del mamarracho Cuitláhuac García, (des)gobernador de Veracruz, reunió a los estrategas (sic) de la Secretaría de Energía y Pemex, para darles una noticia bomba.
A falta de proyecto ejecutivo, cartas de intención de empresas, y dinero disponible, la obra se pospone para iniciar en ¡octubre!, mes en el que por puritita coincidencia cierran los ejercicios fiscales del año y la gran empresa queda al garete. Pero aún hay más:
Debajo del terreno escogido para la refinería subyacen sendos ductos petroleros que impiden la construcción. A falta de terraplenes específicos, cuya hechura duraría un año, es mejor no empezar.
Sucede que los ductos comunican los pozos de hidrocarburos con la costa de Paraíso, lo que ha levantado sospechas inauditas.
O forman parte del gasoducto de Díaz Serrano, o están ahí para facilitar el bombeo de los aceites hacia las plataformas donde se sustraen un millón de barriles diarios de crudo para después conducirlos, fuera del presupuesto nacional, a los mercados negros.
Y como usted sabe, sería levantar las faldas de los caciques y charros sindicales del salinismo - atracomulquismo y develar el gran robo a la Nación. Como hasta la fecha, la Cuarta Transformación protege a Romero Deschamps, eso es imposible. Así es que a otra cosa mariposa.
En Oaxaca, ¿sólo espectadores del paso del tren de la abundancia?
Por último, la gran obra del ferrocarril Transístmico es casi imposible. Parece que ha erizado los ánimos de las poblaciones indígenas y locales oaxaqueñas, que lo que realmente quieren es recuperarse del último terremoto, no sólo ver pasar los trenes de la abundancia.
Por lo pronto, otro programa emblemático, Jóvenes Construyendo el Futuro ha sido suspendido en Tabasco, tierra originaria de la 4T. Algo tendrá el agua que hasta la bendicen.
Y a todo esto, ¿quién podrá salvarlos? Ya el Chespirito hacendario está fastidiado de tantos bomberazos y, por lo que se ve, le da güeva acudir en auxilio de farsantes y pusilánimes que forman el escuadrón de sobrevivientes del edén. Mártires de sus luchas
históricas. Comaladas de millonarios de la Cuarta Transformación.
Por lo pronto, las obras insignia de ese batallón tendrán que esperar mejores tiempos. Al fin y al cabo, el pez por su boca muere.
¿No cree usted?