El creciente lago de agua dentro de un cráter del volcán Kilauea en Hawái se está calentando por el gas que sale desde debajo de la superficie lo que puede causar una explosión, según comunican los científicos.
Hace poco la presencia de agua en el cráter, donde antes había lava, fue confirmada por el Servicio Geológico de EEUU (USGS, por sus siglas en inglés) por primera vez en la historia registrada. Desde entonces, los científicos han encontrado otros dos pequeños charcos de agua cerca. El suelo del cráter se derrumbó a unos 610 metros y el lago de lava desapareció en verano de 2018, cuando Kilauea paró de explotar por primera vez en más de 30 años.
"Las observaciones realizadas muestran que el nivel del agua continúa subiendo y los tres lagos comienzan a fusionarse en uno", señala la geóloga de USGS, Janet Babb.
En ciertas circunstancias las erupciones explosivas pueden suceder cuando se mezclan el magma y el agua debajo de la tierra. También los científicos del USGS pronostican que una erupción no es inminente y que el nivel de alerta pública para el volcán no ha cambiado.
Por el momento, el área es inaccesible y peligrosa debido a la acumulación de gases y otras amenazas, por lo que los especialistas probablemente usarán un helicóptero para bajar un balde al fondo del cráter y seguir realizando las pruebas necesarias con el fin de entender mejor lo que ocurre.