Científicos crean un robot-cucaracha que no se puede aplastar (video)

Científicos crean un robot-cucaracha que no se puede aplastar (video)

Foto: Pixabay

Probablemente la más destacable es su capacidad de sostener una presión que supera su propio peso un millón de veces. Así, el robot pesa aproximadamente unos 100 milígramos, o una décima de gramo. A pesar de ello, sigue funcionando después de ser pisado por una persona de 60 kilos.

 

 

De hecho, esta es una de las razones por que los propios científicos, de la Universidad de Berkeley, compararon el diminuto dispositivo con una cucaracha. Así lo hizo en un comunicado de prensa uno de los investigadores, Liwei Lin.

 

"Las personas se habrán dado cuenta que si pisas una cucaracha tienes que machacarla un poco porque, de lo contrario, podría sobrevivir y escaparse. Cuando uno pisa nuestro robot se aplica una enorme fuerza, pero este sigue funcionando", señaló el científico.

 

Además, en el vídeo se muestra cómo el robot lleva sobre su espalda un cacahuete. A primera vista no parece ser un gran logro, pero hay que tener en cuenta que este cacahuete pesa seis veces más que el propio dispositivo.

 

¿Cómo funciona el robot irrompible?

 

Los investigadores explican que se trata de una hoja fina de fluoruro de polivinilideno recubierto por un polímero elástico. Cuando se le transmite por unos cables una corriente eléctrica el cuerpo del robot se flexiona y se endereza.

 

De tal modo, el dispositivo se mueve en una determinada dirección y lo hace a una velocidad impresionante: es capaz de superar una distancia 20 veces mayor que su longitud en tan solo un segundo. Es una velocidad similar a la que se mueven las cucarachas, informa Kristin Houser del medio Futurism.

 

¿Qué funciones podría tener?

 

Los investigadores señalan que el pequeño robot es mucho más que un juguete y podría tener unas aplicaciones prácticas de gran importancia. Por ejemplo, en el caso de un terremoto podrían usarse en misiones de búsqueda y rescate para encontrar a los supervivientes bajo los escombros.

 

Allí, sus reducidas dimensiones y robustez serían de gran utilidad, señaló otro de los investigadores, Yichuan Wu. También se considera la posibilidad de dotarlo de una fuente de energía independiente y de unos sensores para soltarlo en tuberías de gas para buscar fugas.

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