La tranquila ciudad de Council Bluffs (Iowa, EEUU) se vio sacudida luego del hallazgo, detrás de un refrigerador de un supermercado abandonado, del cuerpo sin vida de un joven que se encontraba desaparecido desde 2009. Sus padres, compungidos, reclaman saber qué sucedió.
Según reportó el canal de televisión KETV, los restos de un cuerpo humano habían sido encontrados el 24 de enero pasado en el local en el que antiguamente se encontraba una sucursal de la cadena de supermercados 'No Frills'. Sin embargo, el fallecido no fue identificado hasta la semana pasada, cuando se comprobó que se trataba de Larry Ely Murillo Moncada.
Murillo estaba reportado como desaparecido desde 2009, cuando luego de una pelea con sus padres abandonó su casa. Su familia no volvió a saber de él y los esfuerzos por buscarlo fueron infructuosos.
El joven trabajaba en el supermercado al momento de su desaparición por lo que se especula con la posibilidad de que haya muerto accidentalmente mientras trabajaba.
Exempleados de la tienda, que cerró sus puertas en 2016, declararon que era habitual que los trabajadores treparan a los refrigeradores para alcanzar mercadería. Murillo pudo haber caído accidentalmente entre uno de los refrigeradores y la pared, quedando atrapado.
Si bien la Policía local cataloga el caso como una 'muerte accidental', los padres del joven fallecido reclaman que se investigue cómo el cuerpo pudo permanecer durante diez años en el lugar sin que haya sido encontrado.
El sargento Brandon Danielson, a cargo de la investigación, apuntó a la cadena televisiva que los propietarios del local dijeron en su momento que "no era inusual" que los empleados entraran y salieran del local sin ser advertidos. "Por eso nadie se cuestionó realmente si alguien estaba ahí", comentó.
El policía también apuntó que los padres de Murillo también creen que, al momento de su muerte, el joven no se encontraba tomando su medicación. Por ese motivo, quizás, "no estaba en el mejor estado de ánimo".
Los padres brindaron una entrevista en la que manifestaron su profundo dolor y contaron que la noche de su desaparición salieron a buscarlo intensamente por la zona, junto a un amigo.
"Nos levantamos temprano y no pudimos encontrar nada. Se sintió que como si se lo hubiera tragado la tierra", lamentó Víctor Murillo, padre del fallecido.
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