Ayer, renunció el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló. Fueron más de 20 días continuos de protestas de la población. Los medios de comunicación masivos dijeron que fue a partir de la filtración de conversaciones de Telegram donde se escucha a Roselló y su círculo más cercano expresándose de forma burlona, homofóbica y misógina de artistas y políticos. Pero, hay algo que los medios han omitido, durante las manifestaciones se escuchaba: ¡Roselló renuncia y llévate a la junta!, ¿a qué se refieren?
Desde el 3 de mayo de 2017, publicamos en esta columna la gran crisis que se avecinaba en Puerto Rico, ayer estalló y podría llegar a niveles aún incalculables.
Recordemos que Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos; los puertorriqueños no pueden elegir presidente, eligen un gobernador. Tampoco pueden legislar y mucho menos tener una moneda y economía propias; las políticas son dictadas por Estados Unidos y por tanto es una forma de colonia en pleno siglo XXI.
Este año, la isla menor de las Antillas cumplirá 14 años de crisis económica; desde 2005 las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto han sido negativas (ver gráfica 1), de tal forma que hacia finales del año pasado, el PIB real era igual al que tenían en 1999, se trata de un retroceso económico de 20 años, como lo muestra la gráfica 1.
En esa misma gráfica se puede observar que -desde que empezó la crisis-, las tasas de crecimiento de población también han sido negativas por la migración masiva. Hoy en día, la población actual es equivalente a la de 1979, es un retroceso de 40 años. Se estima que de seguir esta tendencia, en 2050 serán menos de 2 millones de puertorriqueños, de los cuáles el 30% serán mayores de 65 años.
Elaboración propia con datos de Banco Mundial (2005-2018)
La crisis ha aumentado la deuda pública y el año pasado rebasó el 110% del PIB. Resultado de las altas tasas de interés, en 2015 el gobernador en turno, Alejandro García Padilla, declaró una moratoria de pago y en 2016, el presidente Barack Obama promovió la ley de Supervisión, Manejo y Estabilidad Económica en Puerto Rico (PROMESA en inglés), en ella se otorgan facultades a una Junta de Control Fiscal para administrar las finanzas de la isla, está por encima del gobernador y sus miembros fueron nombrados por Obama, es la junta que tiene irritados a los puertorriqueños y que exigen su salida.
Esta junta ha determinado políticas económicas de austeridad sobre el pueblo; profundos recortes a salud, educación, servicios públicos; masivos despidos en el sector público; al tiempo que se sabe que efectúa onerosos gastos como la renta de una oficina en Nueva York por casi 100 mil dólares a cargo del erario de Puerto Rico lo que aumenta el déficit fiscal.
Por si fuera poco, el 20 de septiembre de 2017, el huracán María azotó la isla. La cifra oficial de muertos se fijó en 64; pero la presión popular y diversos estudios científicos obligaron a aceptar que los muertos ascendieron a 3 mil. Casi dos años después, hay miles de damnificados que no han sido atendidos y la reconstrucción parece no ser prioridad del gobierno.
Esta es la crisis más grave que ha vivido cualquier país de América, los puertorriqueños se han empobrecido gravemente, pero de esta crisis no se habla. Los Estados Unidos temen mostrar el desastre de sus colonias. Detrás de las protestas, el verdadero trasfondo es una causa económica. El imperialismo se resquebraja, pero se está llevando entre sus patas la sangre de un pueblo entero.
Desde aquí enviamos nuestra solidaridad fraterna con el pueblo caribeño y con el movimiento que ha germinado la idea de buscar la independencia de los Estados Unidos, empezando por expulsar al gobernador y a aquellos políticos que subsumieron su autoridad a una junta de salvaje expoliación que representa a la oligarquía internacional. ¡Qué vivan los pueblos dignos del mundo!
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos
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