La actividad económica de México está dando señales de una desaceleración mayor a la anticipada, sobre todo por un menor consumo interno y la "atonía" de la inversión, según la minuta divulgada hoy de la reunión más reciente de política monetaria del central Banco de México (Banxico).
Para la mayoría de los cinco integrantes de la Junta de Gobierno, el balance de riesgos para el crecimiento económico ha ampliado su sesgo a la baja, con la posibilidad de que se presenten dificultades con la ratificación del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) de libre comercio, entre ellos.
"La mayoría señaló que, ante la evolución reciente de la actividad económica en México, las perspectivas de crecimiento han seguido deteriorándose", reza el documento.
"El balance de riesgos para el crecimiento ha ampliado su sesgo a la baja, como resultado de factores externos e internos, y algunos mencionaron que se ha tornado más incierto", agrega.
Además del T-MEC, la Junta de Gobierno del Banxico advirtió sobre la posibilidad de que se presenten nuevas amenazas de imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a México.
Entre los riesgos internos, algunos mencionaron la posibilidad de reducciones adicionales en la calificación crediticia soberana y de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por ello, advirtieron sobre la necesidad de contar con un plan de negocios "claro y creíble" para Pemex, con una estrategia de mediano y largo plazos enfocada en la generación de valor y que mejore el acceso de la empresa a los mercados financieros.
"La mayoría destacó que el entorno actual sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía", indica la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 27 de junio.
México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, depende en gran medida de los ciclos económicos en Estados Unidos, y se encuentra en una fase de desaceleración en línea con el ritmo global.
En 2018 la economía mexicana creció un 2 por ciento, pero Banxico estima una desaceleración para este año en un rango de entre el 0,8 y el 1,8 por ciento.
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido llevar el crecimiento económico del país a tasas del 4 por ciento.