La selección argentina prolongó hoy la sequía de títulos que vive desde 1993, cuando ganó la Copa América por última vez. Desde entonces, la albiceleste, pese a la gran cantidad de estrellas que ha tenido en sus filas, perdió cuatro finales (la del Mundial de 2014 y las de la Copa América de 2007, 2015 y 2016).
Nuevamente, Leo Messi se quedará un verano más sin ganar un título con su país. Acostumbrado a ganarlo todo con su club, el Barcelona, el mejor jugador del mundo sigue sin poder levantar un título con la selección principal de su país, algo que siempre suelen recordarle tanto los aficionados rivales como la prensa.
Aunque Argentina empezó la Copa América de la peor forma posible (una derrota en el debut contra Colombia y un empate contra Paraguay en el segundo encuentro), las dos victorias posteriores contra Qatar (que le valió la clasificación para los cuartos de final) y contra Venezuela (que le dio el billete para la semifinal) llenaron de ánimos y esperanza a los jugadores y la afición argentina.
La posibilidad de ganar por primera vez a Brasil en Brasil en un torneo oficial, y eliminar a su gran rival, era un reto que la albiceleste se había marcado.
Curiosamente, Argentina quedó eliminada en el mejor partido que hizo en mucho tiempo y con la actuación más destacada de Leo Messi en esta Copa América.
Los jugadores y el cuerpo técnico de la albiceleste señalaron al árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano como el gran culpable de la derrota, al entender que favoreció a Brasil al no querer revisar con el VAR varias acciones polémicas, entre ellas, dos penaltis en el área brasileña.
"Se cansaron de cobrar boludeces en esta Copa América y hoy no fueron nunca al VAR", se quejó un enfadado Leo Messi en la zona mixta tras el partido.
Su compañero Sergio Agüero destacó que "nos vinieron a explicar antes de la Copa América que el VAR se usaba en jugadas de posible penal y si terminaba en gol. El árbitro dijo me avisan que no hay nada, en ese momento él quizás no lo ve. A nosotros nos dijeron que el VAR sería un quinto árbitro en el caso de que no la vean y no lo fue".
Argentina envió dos pelotas al palo (una de Agüero y otra de Messi) y dominó a Brasil durante buena parte del partido. Con un Messi al que el entrenador rival, Tite, definió como "un extraterrestre", Argentina logró silenciar por momentos a los más de 55.000 espectadores que abarrotaron el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
La nueva eliminación de Argentina abre nuevamente la pregunta sobre el futuro de Messi en la selección, recién cumplidos los 32 años.