Una ley contra la apropiación cultural y reclamo de un convenio económico comenzó a ser promovida en el Senado de México tras el lanzamiento esta semana de la nueva colección de ropa de la diseñadora venezolana Carolina Herrera, por la senadora Susana Harp.
"Estamos realizando propuestas normativas que le reconozcan a los pueblos y comunidades indígenas, afromexicanas y equiparables la titularidad colectiva sobre los elementos de su cultura e identidad", dijo en un posicionamiento la senadora que plantea los ejes de una nueva legislación.
El Gobierno de México abrió la controversia esta semana al cuestionar a la firma de moda por utilizar motivos indígenas y de la cultura popular mexicana en su nueva y colorida colección Resort 2020, que según su joven diseñador Wes Gordon expresa "el amor" de la firma por este país.
La senadora Harp aseguró que la "apropiación injusta e indebida de los elementos de las culturas es tristemente una práctica recurrente desde que los diseñadores y las grandes marcas lanzaron el concepto de 'moda étnica', la cual no tendría inconveniente si se realizara juntamente con las comunidades".
La legislación que propuso Harp busca que esa utilización de los elementos culturales sea "en primerísimo lugar, con su permiso y anuencia y, en segundo lugar, si los pueblos lo determinan, con un convenio económico".
Las autoridades de la Secretaría de Cultura señalaron que la utilización de tejidos icónicos de pueblos originarios interroga de qué forma Carolina Herrera "retribuye beneficios a las comunidades portadoras".
Gordon replicó la tarde del miércoles que los valores de México dieron como resultado "una colección colorida y alegre como muestra de amor de la firma al país latino", pero las autoridades no la consideran una respuesta oficial y dejaron abierta la puerta a una demanda legal.
Lucro con las tradiciones
La propuesta, que se prepara junto a diversas instituciones en consulta con las comunidades indígenas, tiene el propósito de que "nadie use sin su autorización los motivos y elementos que caracterizan su indumentaria, orfebrería, artesanía, música, tradiciones, etcétera, y mucho menos, que puedan lucrar con ellas".
Harp señaló que hace más de cuatro años identificó en una tienda de EEUU "el plagio de unas prendas que replicaban la iconografía de la comunidad de la región indígena Mixe, en Oaxaca (sur), imitada por la diseñadora francesa Isabel Marant.
"Se hicieron todo tipo de esfuerzos para enmendar esta afrenta al pueblo, pero lo más efectivo fue la exposición mediática que se suscitó en redes sociales, lo que obligó a la diseñadora a sacar sus productos del mercado", reseñó la promotora de la nueva ley.
"Nos interesa mucho saber si lo hace con debido permiso", puntualizó.
La iniciativa propone, además, crear un "observatorio ciudadano (donde) evidenciaremos las apropiaciones indebidas y las imitaciones".
En las últimas semanas, el diseñador Louis Vuitton puso a la venta un sillón con un precio arriba de los 16.000 dólares, con una "clara imitación de (tejidos de la comunidad) Tenango de Doria (en el central estado de Hidalgo)", dijo Harp.
Otra polémica similar se desató tiempo atrás por el uso de la imagen de la pintora mexicana surrealista Frida Kahlo (1907-1954), conocida por su vestuario folclórico, por los diseñadores italianos Dolce & Gabbana.
La colección Resort 2020 de Carolina Herrera utiliza motivos de Tenango de Doria, del istmo de Tehuantepec (sur) y del sarape (poncho) de Saltillo (norte).
La nueva colección se inspira "en unas alegres y coloridas vacaciones latinas", el amanecer de Tulum, en el Caribe mexicano, en "las olas en José Ignacio (Uruguay), el bailar en Buenos Aires o los colores de Cartagena (Colombia)", explicó el diseñador Gordon en un comunicado de la firma, que pertenece al Grupo Puig.