Ufá.- Rusia conmemora hoy el 30º aniversario de su mayor catástrofe ferroviaria que, según diversas fuentes, causó entre 575 y 780 muertos después de que una nube de gas condensado, que se había ido filtrando desde una tubería próxima a la vía, se inflamara al paso de dos trenes llenos de vacacionistas.
Familiares de víctimas, llegados de varias partes de Rusia, se trasladaron en un convoy especial al lugar de la tragedia e hicieron ofrendas florales al pie de un monumento en la estación Ulu-Teliak, en Baskortotostán, dijo a Sputnik un portavoz de la división local de la empresa ferroviaria RZD. En los actos conmemorativos participan también personas que participaron en las labores de rescate y líderes religiosos que celebran servicios conmemorativos. Los trenes de pasajeros y mercancías que pasan de largo emiten pitidos en señal de solidaridad.
En el infierno que se desató el 4 de junio de 1989 en el kilómetro 1.710 del Transiberiano, en el tramo que conecta las estaciones de Ashá (Región de Cheliábinsk) y Ulu-Teliak (República de Baskortostán), fueron destruidas las locomotoras de ambos trenes y 37 vagones.
Según los datos oficiales, 258 personas fallecieron en la escena y 317 más, de un total de 806 que sufrieron quemaduras y lesiones, sucumbieron en centros médicos, elevando a 575 el balance de víctimas mortales. El monumento de Uku-Teliak, sin embargo, tiene 675 nombres inscritos, y algunas fuentes no oficiales hablan de unos 780 muertos.