En tan solo un año, Puebla pasó al primer lugar nacional en linchamientos con 48 casos durante 2018 que pusieron a la entidad como un foco rojo.
Y es que tanto en Puebla Capital, como en Tehuacán, San Martín Texmelucan y Tlacotepec, se presentó la mayor cantidad de ataques contra presuntos delincuentes por ciudadanos que intentaron hacer justicia por propia mano.
Así lo reportó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la cual contabilizó casi el medio centenar de casos en la entidad, ocho incidencias más que las 40 presentadas en el Estado de México y 26 más que en Tabasco, que con 22 casos fue el tercer lugar nacional.
Le siguen en la lista la Ciudad de México con 14 casos e Hidalgo con 9 en el quinto lugar y que en conjunto estas cinco entidades ostentan siete de cada 10 casos a nivel nacional, pues en todo el país ocurrieron 246 linchamientos.
De estas 246, 34 terminaron en la muerte de los presuntos delincuentes y otros 119 quedaron únicamente en tentativa de linchamiento.
El documento del órgano de defensa de Derechos Humanos revela además que el 72.7 por ciento de los poblanos aprueban esta práctica pese a que resulta ilegal y en muchas ocasiones termina con la muerte de inocentes, como ocurrió en Acatlán de Osorio, donde dos campesinos fueron acusados de secuestro arbitrariamente y quemados vivos.
No solo siete de cada 10 aprueban el linchamiento, sino que el 65 por ciento piensa que la mejor forma de recurrir ante un arresto ciudadano es golpear al delincuente como medida de escarmiento bajo la premisa de que la autoridad competente terminará por dejarlo en libertad.
Asimismo, la CNDH dio cuenta que más de la mitad de las personas implicadas en un linchamiento están contentos y satisfechos con su decisión y lo volverían a hacer de ser el caso.