Los milagros existen, más en el futbol. Así quedó demostrado esta semana con los juegos de semifinales que se vivieron en la Champions League, donde contra todo pronóstico, Liverpool y Tottenham se clasificaron a la gran final al vencer al Barcelona y Ajax respectivamente.
Liverpool llegó con una desventaja de 3 goles al juego de vuelta, pero el ambiente de Anfield y el buen futbol de los reds paralizaron al mejor equipo del mundo para que los comandados por Jürgen Klopp se impusieran 4-0, en un partido que pasará a la historia.