La Segunda Guerra Mundial trajo consecuencias graves para gran parte del mundo; sin embargo, entre las cosas positivas que dejó este conflicto bélico fue el empoderamiento femenino.
Podríamos catalogar a la Segunda Guerra Mundial como la cuna del feminismo, pues la mujer tomó un papel trascendente no solo en el conflicto, sino en la industria y el deporte de los países en conflicto.
Ejemplo perfecto es Estados Unidos, pues al ser reclutados gran parte de los esposos y jóvenes, las mujeres comenzaron a ocupar los lugares que solo se destinaban a los hombres en diversos sectores de la sociedad, con resultados realmente buenos.
Las fábricas estadounidenses fueron las más beneficiadas con la mano de obra femenina, pues descubrieron que el esfuerzo de las féminas era superior al de los hombres.
En un principio fue complicado atraer a las mujeres a la industria. Por este motivo, el gobierno estadounidense comenzó una campaña encabezada por "Rosie, la remachadora", una imagen de una mujer empoderada.
El deporte también fue parte de este empoderamiento femenino, pues el béisbol profesional fue suspendido, pero se crearon equipos femeninos que comenzaron a llamar la atención, ganándose el cariño de la afición a la pelota caliente.