Enorme ridículo para México representó la cancelación del juego de NFL que se disputaría en el Estadio Azteca, que hoy en día luce como un auténtico potrero gracias a las pésimas condiciones de la cancha, que no hace mucho era de las mejores del mundo.
El principal culpable de esta situación es sin duda Grupo Televisa, que administra el Estadio Azteca y permitió que la cancha fuera echada a perder desde mediados de año, cuando un supuesto experto recomendó colocar pasto híbrido, que nunca funcionó.