Un terco escualo clavó sus dientes en el motor del barco de un pescador en las Bahamas y no quiso dejarlo ir.
El pez de más de un metro de largo envolvió su mandíbula alrededor del motor y se sujetó a él mientras el barco seguía su curso.
Incluso James Munroe, quien estaba pescando una barracuda cerca de la isla Eleuthera en las Bahamas, sacó el motor del agua para intentar dejar ir al tiburón, pero no lo consiguió.
El pescador capturó el increíble momento en el que el escualo apareció para mostrarle una sonrisa con 'todos los dientes' mientras se sostenía al motor.
"Estaba tan sorprendido, no esperaba eso en absoluto. Corté la cuerda, sacudí el motor ligeramente y se cayó", explicó Munroe.