El Mercado Unión de la capital poblana se ha convertido en la sede del crimen en la ciudad. Asaltos, venta de droga y hasta distribución de huachicol se puede ver en este centro de abasto, donde pocas personas se atreven a entrar.
Lo que hace unos años era un lugar perfecto para adquirir frutas, verduras y flores, hoy es un inmueble de olor fétido donde el riesgo de sufrir algún ilícito o presenciar alguno es latente. La decadencia de la zona resulta más que evidente.