El Síndrome de Excitación Sexual Persistente, contrario a lo que muchos pudieran pensar, se convierte en una pesadilla para quien lo padece, ya que los orgasmos se presentan en los lugares menos adecuados.
Este síndrome es un problema sexual femenino de carácter peculiar y considerado oficialmente una disfunción sexual desde 2003.
El Síndrome de Excitación Sexual Persistente es un trastorno caracterizado por la presencia de tensión en los genitales acompañada de excitación continua, sin que haya previamente deseo sexual.
Las mujeres que sufren de este síndrome sienten que aumenta su frecuencia cardíaca, que se acelera su respiración, que su musculatura pélvica se contrae y que el cuerpo se prepara para un orgasmo; sin embargo, es una situación no deseada.
Lejos de ser agradable, es molesto, frustrante e incómodo, ya que puede producirse en las situaciones más cotidianas: haciendo las compras, en el cine o en el trabajo; la situación de vivir permanentemente en estado de excitación sexual sin quererlo, hace que estas mujeres pierdan todo interés por las relaciones sexuales, ya que suelen quejarse de dolor durante el acto.
Y a pesar de que esta tensión en los genitales no siempre conduce a un orgasmo, la sensación de excitabilidad no desaparece ni aun llegando a él.
