Washington.- Más de 300 "sacerdotes depredadores" de seis diócesis católicas de Pensilvania, este de Estados Unidos, fueron acusados de abusar sexualmente de más de 1.000 víctimas infantiles, según un informe de gran jurado publicado hoy.
El fiscal general del estado, Josh Shapiro, dijo en una conferencia de prensa realizada hoy que se identificaron más de 1.000 víctimas infantiles en los propios registros de la iglesia y que el gran jurado cree que hay más.
"Consideramos que el número real de niños cuyos registros se perdieron o que tuvieron temor de revelar su caso es de miles", indicó el informe de gran jurado emitido por el Tribunal Supremo de Pensilvania que acusa a los líderes de la iglesia de un esfuerzo de encubrimiento "sistemático" durante más de seis décadas.
Los líderes de la iglesia en estas diócesis católicas estuvieron más interesados en proteger a la iglesia y a los "sacerdotes depredadores" que en ayudar a sus víctimas, según el informe.
"Lo principal no era ayudar a los niños, sino evitar el escándalo", señala el informe. "Los sacerdotes violaron a niños y niñas pequeños y los hombres de Dios responsables de ellos no sólo no hicieron nada, sino que lo ocultaron todo".