De la esperanza al sufrimiento, pasando por el enojo y la frustración, transcurrieron los 90 minutos del duelo entre la Selección Nacional de México y Suecia, donde el Tricolor fue exhibido y terminó goleado con contundente 3-0.
Bares y restaurantes de la capital poblana se vieron abarrotados para este juego de vida o muerte, donde México mostró su peor cara y provocó que la afición terminara celebrando a Corea del Sur.