Para Harper Mitchell, una niña británica de 7 años, el verano es una pesadilla debido a que padece un tipo de enfermedad pulmonar intersticial (conjunto de padecimientos que provocan la formación gradual de cicatrices en el tejido del pulmón), causando que las altas temperaturas recalienten su cuerpo y la dejen sin aire.
El padecimiento le fue detectado cuando tenía 5 años, cuando los médicos pensaron que se trataba de un virus, pero al empeorar su estado de salud sus padres la llevaron al hospital.
Los primeros días fuera del hospital, Mitchell tenía que estar todo el día arrastrando su carrito con un contenedor de oxígeno. Más tarde utilizó oxígeno líquido, que llevaba en una mochila. Actualmente la pequeña es conectada por la noche a un respirador mediante una cánula por la noche.
De acuerdo con BBC Mundo, el trastorno que sufre la pequeña es tan raro que ni siquiera tiene nombre; aunque le fue diagnosticada en 2016, se calcula que desarrolló la enfermedad 2 años antes.
Según la Fundación Británica del Pulmón, estos padecimientos pueden surgir por una infección viral o bacteriana, por la exposición a gases tóxicos o radiación, por una mutación genética o por una herida pulmonar.
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