Dos delincuentes pensaban robar una tienda en Shanghái armados con dos grandes ladrillos. Su plan falló cuando uno de los ladrones eligió un mal momento para tirar su 'arma', que en vez de romper la vitrina, fue a parar en la cabeza de su socio.
Posteriormente, el ladrón trató de llevarse a su noqueado colega del lugar del crimen.
"Si todos los ladrones fueran así no tendríamos que trabajar horas extra", comentó este incidente un policía de Shanghái que publicó el vídeo en YouTube.