Moscú.- El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antes KGB) desarticuló una célula del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que preparaba atentados en el transporte público y otros lugares concurridos, logrando detener a los miembros de esa red, dirigida por extranjeros.
La célula, desmantelada el sábado pasado, incluía a varios nativos del Cáucaso del Norte, partidarios de unir por la fuerza a todos los musulmanes en un “califato mundial”, precisó el FSB este lunes en un comunicado difundido por la agencia rusa de noticias Sputnik.
“Se estableció que los integrantes planeaban cometer en septiembre pasado sonados ataques terroristas en forma de explosiones en sitios concurridos e infraestructuras de transporte”, dijo.
Durante la operación, los agentes incautaron dos bombas de gran potencia listas para usarse, dos granadas de mano y material para la fabricación de explosivos, dos pistolas y dispositivos de comunicaciones.
El FSB ha difundido un video con imágenes del arresto y de las piezas metálicas que los sospechosos planeaban utilizar como metralla para sus bombas.
Rusia ha reforzado las medidas de seguridad desde el atentado contra el metro de San Petersburgo, que dejó al menos 16 muertos en abril pasado.