Una boda celebrada en la localidad de Bteghrine, Líbano, estuvo a punto de terminar en tragedia, pues en pleno festejo el novio tuvo la “grandiosa” idea de disparar un fusil AK-47 al aire, tiroteando una mesa de invitados e hiriendo al fotógrafo.
Uno de los asistentes grabó el momento en el que el novio pierde el control del arma de origen soviético. La ráfaga de disparos destrozó una mesa repleta de vasos y platos de los comensales.
Una de esas balas terminó impactando al fotógrafo de la ceremonia, quien de inmediato fue trasladado al Centro Médico Bhannes.
Aun así, el novio y sus invitados agredieron al personal médico que atendía al fotógrafo.
"Honestamente, no tengo explicación para lo que hicieron. Trajeron al herido y luego golpearon a los que estaba atendiéndolo", contó Michel Chahine, director del hospital.
Un enfermero terminó con un ojo gravemente lastimado y deberá ser operado. La policía local ya comenzó una investigación para castigar a los agresores, reportó Infobae.