A las dificultades propias de su profesión, los docentes de Puebla que laboran en el "Triángulo Rojo" ahora han sumado las constantes agresiones del crimen organizado, las amenazas y hasta chantajes de alumnos que se han inmiscuido con las bandas de "huachicoleros" y los embates de la delincuencia en general.
Secuestros y amenazas por parte de alumnos que los presionan para recibir mejores calificaciones, asaltos e intimidaciones, forman parte del "vía crucis" constante que los educadores enfrentan en municipios como Acajete, Acatzingo, Quecholac o Palmar de Bravo, además de otros ubicados en la Sierra Norte de Puebla como Teziutlán o Cuetzalan.
Alejandro Ariza Alonso, secretario general de la sección 23 del sindicato de maestros, declaró recientemente que son cerca de 100 los profesores que han pedido su cambio de adscripción debido a las amenazas y presiones que reciben por parte de alumnos o padres de familia, además del caso de algunos secuestros en los municipios antes referidos.
Tan solo en este año se han reportado los casos de dos docentes que fueron secuestrados en el municipio de Jalpan, concretamente en la comunidad de Lázaro Cárdenas, uno de los cuales se trató de una maestra que tuvo que pagar un rescate de 200,000 pesos para ser liberada. En tanto que en el año 2016, el sindicato tiene registrados los secuestros de cuatro compañeros.
Los profesores que han sido secuestrados cumplen el perfil de las víctimas que han sufrido el embate de la delincuencia en la Sierra Norte de la entidad, donde los plagios se han incrementado durante los últimos años debido a la acción de los grupos delincuenciales que operan en la zona limítrofe con Veracruz. Hasta el momento, ninguno de estos casos ha terminado en desgracia, pero los educadores tienen miedo de que algo peor suceda.
Por ello es que han solicitado su cambio de adscripción ante la Secretaría de Educación Pública. Lo mismo ha ocurrido con los docentes que laboran en los municipios del Triángulo Rojo, donde los secuestros no son comunes pero sí las balaceras, hasta el punto que los profesores junto con los alumnos han sido testigos a distancia de "fuegos cruzados" que en ocasiones se desarrollan a menos de 500 metros de las escuelas.
"Tenemos como 100 casos de compañeros de han pedido su cambio de adscripción, sin embargo como ya hemos dicho anteriormente esto no depende únicamente de eso, sino de otros factores como la antigüedad generada y la disponibilidad de docentes, ya que los menores no se pueden quedar sin recibir sus clases", señaló Ariza Alonso.
Además de lo anterior, los profesores sufren presiones e intimidaciones por parte de algunos alumnos que ya se han involucrado con los grupos de huachicoleros trabajando como "halcones". De acuerdo con los relatos de quienes dan clases en esa zona, tales estudiantes han amenazado a sus maestros para que no los reprueben o les aumenten calificación.