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¿Te ha sucedido que al estar sentado y levantarte “de sopetón”, sufres un horrible mareo? Esto no tiene nada de extraño y generalmente no significa nada malo. Es algo que le pasa a todo el mundo y tiene una explicación fisiológica.
Sucede que cuando estamos en reposo, nuestro ritmo cardiaco y presión sanguínea permanece en niveles bajos, debido al estado de relajación en el que estamos. En el momento de levantarnos -sobre todo si lo hacemos de una manera brusca- no le damos al cuerpo el tiempo suficiente para que bombee la sangre hacia nuestra cabeza o parte superior, por lo que viene la descompensación traducida en un mareo.
Esto por supuesto tiene que ver con la presión arterial y de hecho se llama “hipotensión ortostática”, es decir, una bajada de presión momentánea, de ahí que el síntoma sea muy parecido a cuando en efecto tenemos la presión abajo. Las sensaciones más comunes para esta condición es el mareo ya referido, temblores en las piernas, incluso náuseas y hasta visión borrosa.
Pero no te preocupes, esto se quitará en unos cuantos segundos. Lo que sí es importante es que las personas de mayor edad o aquellas que están convalecientes, necesitan agarrarse de algo porque está el riesgo de caerse y entonces sufrir una fractura o lesión mayor.
