Con frecuencia a la frontera norte de Sonora son repatriadas personas con antecedentes criminales, pero las autoridades locales carecen de un programa específico para detectarlo o verificarlo al momento de la expulsión, por lo que llegan a pasar inadvertidos.
De acuerdo con la subdelegación del Instituto Nacional de Migración (INM), sus oficiales sólo contabilizan, para fines estadísticos, a los migrantes que son repatriados y por lo general dicha acción se realiza entre las 21:00 y 22:00 horas casi todos los días.
Mencionó que también con frecuencia se les pregunta el nombre cuando pasan por la fila enrejada a través de la aduana hacia México, sólo para detectar posible acento extranjero y, en caso de que así sea, realizar una investigación más a fondo.
Pero esto se realiza sólo para evitar que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos expulse a México a personas de una nacionalidad distinta a la mexicana, pues cada migrante debe ser regresado a su país de origen, citó.
Según un informe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en 2008 al menos 77 mil mexicanos fueron deportados a México bajo el rubro de “criminales”.
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