Se sabe que en la constitución del cuerpo humano, 70 % es agua y necesitamos de este elemento para poder efectuar las tareas cotidianas y con ello llevar una vida saludable. Sin embargo, uno de los padecimientos que afectan a una minoría y que sigue sin poder ser resuelto es la alergia al agua.
El diario La información ha dado a conocer que este mal afecta alrededor de 32 personas en todo el mundo, enfermedad para la cual no hay todavía ningún fármaco o posible tratamiento precisamente por la rareza del padecimiento.
Rachel Warwick, una de las personas que sufren urticaria acuagénica –como se le conoce científicamente– describe su caso como “del infierno”. Su enfermedad la orilla a especificar su vida completa, si comienza a sudar, le saldrá un sarpullido, igual que si se moja con la lluvia o en la playa o una alberca; incluso si llora, el rostro se le inflama.
“La reacción me hace sentir como si acabara de correr una maratón. Me siento agotada y tengo que tomar asiento por un buen rato. Es horrible, pero si lloro mi cara se hincha” menciona Rachel.
Recientemente el Centro Europeo de Investigación de las Alergias estudia estos casos de alergia al agua, intentando encontrar algún remedio para controlar la urticaria e incluso las raíces de la enfermedad.