La araña violinista llega al Poder Legislativo

La araña violinista llega al Poder Legislativo

Diputados y senadores analizan un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Salud (SSA), para abastecer las clínicas y hospitales del antídoto contra el veneno de la araña violinista, pues su mordedura puede causar la muerte en 48 horas.

 

De acuerdo un comunicado, la Segunda Comisión de la Permanente dictamina esta propuesta que presentó la diputada Mariana Trejo Flores, secretaria de la Comisión de Salud, quien indicó que en México se atienden al año aproximadamente 30 casos de mordedura del arácnido.

 

Sin embargo, enfatizó que el Servicio de Toxicología del Hospital Juárez de México advirtió que existe un desabasto del contraveneno en el país.

 

La araña violinista, considerada una de las más peligrosas de su especie (Loxoceles), mide de ocho a 30 milímetros, tiene las patas extendidas, es color marrón y posee en el dorso de su tórax una marca con forma de violín, cuyo cuello apunta a su parte posterior, de ahí su nombre y fue tomado del idioma inglés “fiddleback spider”.

 

Suele ocultarse en grietas y rincones de difícil acceso, por lo cual también se le conoce como “araña del rincón”.

 

A su mordedura se le denomina accidente loxoscélico, pues el veneno de esta araña tiene la capacidad de matar los tejidos cutáneos (acción necrosante) y los glóbulos rojos (acción hemolítica), y de coagular la sangre.

 

Puede causar un cuadro de malestar que incluye fiebre, anemia, náuseas, vómito, dolor de cabeza, sudoración profusa, coloración amarillenta de la piel (ictericia) y daños en el sistema nervioso central.

 

La lesión también puede llevar a la muerte después de 48 a 96 horas, por insuficiencia renal aguda, acidosis metabólica, trastornos hidroelectrolíticos o sepsis.

 

La intensidad de los cuadros descritos depende de la edad de la persona, su estado de salud, factores genéticos y la cantidad de veneno inoculado.

 

Finalmente, Trejo Flores destacó que no se tiene un número estimado de arañas “violinistas” en el país y su presencia se da únicamente en la Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala, Puebla e Hidalgo.

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