Entre llanto y rezos, la población despidió a las 12 víctimas de una familia de evangélicos, quienes fueron masacrados dentro de sus viviendas por hombres encapuchados, esto el pasado jueves en la localidad de El Mirador, en el municipio de Coxcatlán.
Primero se hizo una misa católica en el templo de la cabecera municipal de Coxcatlán y el sacerdote Anastasio Hidalgo Miramón condenó el homicidio múltiple, al calificarlo como un delito de “lesa humanidad”.
El viernes pasado se sabía que eran 11 las víctimas, pero con las necropsias que se hicieron a los cuerpos se confirmó que una mujer tenía un embarazo de 8 meses, por lo que en total fueron 12 las víctimas.
Los cuerpos luego fueron llevados al Panteón Municipal de Coxcatlán; los ataúdes fueron colocados en hilera y sepultados de la misma forma. Pero antes hubo un rito Náhuatl.
En las inmediaciones del municipio había presencia de policías estatales y municipales, y los habitantes decidieron que las víctimas no volvieran a su lugar de origen.