Cuatro años después de que se liberara orden de aprehensión en su contra, el marinista Javier García Ramírez ha sido detenido por la Policía Internacional (Interpol) en la ciudad de París, Francia. El hombre más buscado de Puebla huyó del estado en 2011, luego de que el gobierno de Rafael Moreno Valle ejerciera acción penal en su contra y la de otro funcionario corrupto, Alfredo Arango.
De acuerdo con las primeras revelaciones, García Ramírez fue detenido en la ciudad luz el pasado 11 de abril en la madrugada, aunque fue hasta hoy que se supo sobre la detención del prófugo del sexenio. A García Ramírez, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas en el sexenio de Mario Marín Torres, se le acusa de haber robado del erario, cuando menos, una cantidad de 23 millones de pesos.
Fue en enero de 2012 cuando la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado solicitó al poder judicial una orden de aprehensión contra García Ramírez por el delito de peculado. La dependencia, a cargo de Víctor Carrancá, había detectado en conjunto con la Contraloría de Patricia Leal, un desfalco a las arcas públicas de al menos 23 millones, extraídos de recursos destinados principalmente a la construcción del Centro Expositor de Puebla, uno de los inmuebles más caros que construyó Marín.
En aquel entonces, el Juez Primero de lo Penal dictó la orden de aprehensión contra García Ramírez y Alfredo Arango, exsecretario de Salud y exdirector del ISSSTEP, que permaneció un tiempo en la cárcel y después alcanzó su libertad con una fianza. Las autoridades judiciales también giraron orden de detención contra Rodrigo Lazcano y Efraín Ruiz Meneses, subdirector del ISSSTEP y subdirector de Obras, respectivamente, ambos también prófugos de la justicia.
Sin embargo, era García Ramírez el más buscado debido a la importancia del cargo que ocupó durante el marinismo. Reportes en 2012 dieron cuenta que las obras construidas bajo la tutela de García Ramírez presentaban presupuestos inflados –casi al doble–, tiempos excesivos de construcción y que en los hechos nunca se habían podido utilizar. Es el caso del Hospital General de Izúcar de Matamoros, que de acuerdo con Mario Riestra Piña, entonces presidente de la Comisión Inspectora del Congreso local, había sido entregado “en el puro cascarón”.
El defenestrado exfuncionario intentó ampararse ante el Juzgado Cuarto de lo Penal, pero este recurso le fue denegado. Días después, el exsecretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, confirmaba que García Ramírez estaba prófugo de la justicia y que la Interpol había emitido una ficha roja contra este exfuncionario, lo cual lo incluía en la lista de 137 delincuentes mexicanos buscados en el extranjero, junto a figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán –hoy también capturado– y el párroco Nicolás Aguilar, acusado de pederastia y violación de más de 100 niños en Tehuacán.
Las autoridades poblanas intentaron seguir la pista de García Ramírez y se le incautaron varios bienes, como una propiedad en Jardines de Zavaleta y cinco automóviles último modelo con valor superior a los cinco millones de pesos. También se le aseguraron 54,000 pesos en efectivo, artículos de lujo, como 32 juegos de mancuernillas, 81 juegos de plumas finas, más de nueve relojes de colección y cinturones de exclusivas marcas, con un valor superior a los 3,000 pesos (cada uno).
Apenas en febrero de este año, el fiscal Víctor Carrancá confirmaba que el marinista seguía prófugo, que estaba vigente la orden de aprehensión en su contra y que no tenían idea de en qué país se encontraba. Se sabía, sin embargo, que García Ramírez acostumbraba visitar Puebla de forma esporádica para ver a sus familiares, por lo que no sería difícil para la policía seguirle el rastro y detenerlo. Hoy, Javier García Ramírez, el prófugo del sexenio, está preso y la Policía Internacional pronto dará detalles sobre su captura.