Si creían que la película "Virgen a los 40" era solo una ficción, podrían estar equivocados. Aunque no es común encontrar a un varón que a sus 30 años siga "igual que el día en que nació", en Puebla hay por lo menos un hombre que sufre esta terrible realidad.
Su nombre es Alejandro. Por razones de privacidad el individuo ha evitado dar más datos. Los motivos que lo han llevado a ser virgen a sus más de 30 años han sido principalmente religiosos y luego de autoestima. Las creencias de su madre y la inseguridad que siempre lo ha caracterizado, han hecho que este empleado no pueda dar ese paso decisivo en su vida.
"Siempre me pregunto qué se sentirá tener sexo y si algún día dejaré de ser virgen. No es que no lo quiera, pero a mi edad me da mucha pena llegar con una chica y decirle, soy virgen. Es lógico que se dará cuenta de mi inexperiencia", afirma Alejandro.
Los compañeros de trabajo del treintañero han decidido organizar una colecta para pagarle a Alejandro una prostituta, pero el hombre se ha negado bajo el argumento de que su "primera vez" deberá ser con una mujer que lo quiera y a la que él quiera también. "Así es como me educó mi madre", se justifica.