La gran oportunidad del PAN de abrirse a la sociedad

La gran oportunidad del PAN de abrirse a la sociedad

El PAN nunca ha tenido mejor oportunidad para reinventarse. En un escenario nacional en el que el presidente es presa del descrédito y es objeto de todas las burlas del país, y ante una sociedad decepcionada por el regreso de “los que sí saben gobernar”, el partido que ocupó por 12 años la Presidencia de la República debe reinventarse para aprovechar la coyuntura. El escenario está a su favor.   En Puebla se concentra este debate, el de los abiertos a la pluralidad y ciudadanización del PAN y los conservadores. Los segundos consideran que cualquier cambio atenta contra los valores albiazules, pero los primeros creen que el partido debe operar con mejores estructuras, más ciudadanos y menos acuerdos cupulares.   En la capital, el regidor Juan Carlos Espina Von Roerich representa a los ultraconservadores. Este grupo no solo se distingue por su ideología inspirada en la doctrina social de la Iglesia, sino también por su rencor hacia el gobernador Rafael Moreno Valle, también panista y el primero en desbancar al PRI del máximo cargo estatal.   Eduardo Rivera Pérez, Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile García, Enrique Guevara Montiel, Eduardo Morales Garduño y decenas de panistas de imagen inferior forman parte de este grupo. No solo militan en el partido albiazul, también son integrantes -y líderes muchos de ellos- de la Organización del Yunque, una secta ultraderechista que ha formado parte de las decisiones más controversiales en el país.   Este grupo ha conseguido cargos a través de la obtención de posiciones por la vía plurinominal, es decir, aunque pierdan en los comicios en los que participan ellos, o alguno de su grupo, formarán parte del Congreso local, la Cámara de Diputados o la de Senadores. De manera intermitente este grupo ha obtenido triunfos en la alcaldía de la capital.   Hasta 2010, el PAN era una minoría en cuanto a poder político e influencia en los órganos gubernamentales. Fue la llegada del mandatario estatal la que posicionó al albiazul en el Gobierno  Municipal y Estatal, además de que muchos de los albiazules que simpatizan con el grupo morenovallista lograron posiciones en Tribunales, Órganos Intermedios y Colegios o Institutos.   El centro del debate que mantienen estos dos grupos es la designación de las candidaturas plurinominales. Acostumbrados los conservadores a alcanzar cargos a través de esta posición, han protestado contra la designación de candidaturas por parte de la sociedad.   Originalmente, el grupo de la ultraderecha definía quién o quiénes serían los candidatos de mayoría relativa y los de representación proporcional. Pero ahora, la elección será definida por los de mejor posicionamiento, favoreciendo así al PAN en el terreno electoral la obtención de la victoria.   Si la elección de los candidatos a las diputaciones se abre a la sociedad, el PAN está mandando un mensaje de inclusión y consideración para los votantes que incluso no militen en su partido. Los ciudadanos pueden opinar sobre los partidos y sus candidatos aun sin pertenecer a estos, defiende la tesis de los más abiertos del PAN.   Frente a las elecciones de 2015, el partido albiazul tiene dos destinos: permanecer con la creencia de que solo en el interior de sus grupos cupulares se encuentra la respuesta a la democracia mexicana o abrirse a los ciudadanos con la intención de ejecutar la real democracia, la que considera las voces de todas las personas sin importar su afiliación o incluso apatía política.
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