A los pies de Don Goyo, celebran a los muertos

A los pies de Don Goyo, celebran a los muertos

Son los tochimilcas los de las bellas ofrendas. Los mismos que entregan a Don Goyo cada año comida y bebida. A los pies del segundo volcán más alto del país -y que ha dejado en un estado de alerta permanente por casi 20 años a la población que le circunda-, un pueblito celebra a sus difuntos.   Los habitantes de Tochimilco, una de las poblaciones más cercanas al Popocatépetl son responsables de algunas de las ofrendas más típicas de Puebla, las cuales están integradas en niveles, con papel picado, flores, mazorcas y otro tipo de comida.   En Tochimilco, al igual que en Huaquechula y otros municipios del estado de Puebla, las ofrendas son exhibidas a los visitantes del pueblo, aunque cada una de estas es levantada en casas particulares.   La iluminación, los colores, las ceras encendidas, la comida y la imagen del difunto se mezclan en los niveles que tiene cada una de estas ofrendas hechas a la usanza tradicional: con escalinatas, incienso, papel picado y cartoncillo.   Aunque la colocación de altares escalonados tiene que ver con la creencia mezclada entre las tradiciones prehispánicas y la fe católica, respecto a que hay un purgatorio un cielo y la tierra, también está presente la creencia de que los fallecidos pueden ascender por estos altares al estar en escalones.   Algunos de los elementos de las ofrendas tienen significado. Por ejemplo, el humo del incienso simboliza el paso entre la vida y la muerte. Las flores, cuando son blancas, representan el cielo, las amarillas en la tierra y las moradas el luto de los familiares.   En Tochimilco la festividad del día de muertos comienza desde un mes antes, con oraciones y rosarios en las iglesias del pueblo, desde la parroquia hasta las capillas.   Cada familia se esfuerza por desarrollar altares cada vez más bellos, algunos sorprendentes por su tamaño o combinación de elementos. Trabajan en estos por horas y tienden a mostrar con creatividad los detalles del reconocimiento del familiar fallecido.   Si la belleza del volcán combinado con una pequeña comunidad rural es suficiente para conocer esta localidad, los festejos del día de muertos la convierten en uno de los principales centros de visita del entidad para recordar el paso entre la vida y la muerte.
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