Luego de no atender las advertencias por posible insolación, cansancio y no llevar bultos, los jóvenes que se dieron cita en el primer cuadro de la Ciudad de México tuvieron que deshacerse de botellas de agua, alimentos y mochilas en los retenes para ingresar al Zócalo capitalino, donde se llevará a cabo esta noche el concierto del ex Beatle, Paul McCartney.
En aras de la seguridad, el dispositivo de cientos de policías retiran diversos objetos, entre ellos el agua, líquido vital para soportar la sed del intenso calor que se deja sentir en las inmediaciones de la plancha de la Plaza de la Constitución.
Hacia las 12:00 horas de este jueves, las largas filas para ingresar habían disminuido poco a poco al llenar ya la mitad del aforo al pie del enorme escenario, mismo que fue puesto al frente de la Catedral Metropolitana.
Una vez adentro de la plancha del Zócalo, la gente busca situarse en el mejor lugar para soportar el intenso sol, mientras otros ven la forma de plantarse lo más cerca de la fastuosa estructura metálica, que contrasta con la belleza arquitectónica de los edificios coloniales que datan de la Nueva España.
Según datos de la Secretaría de Turismo, hasta las 12:30 hora habían ingresado ya 13 mil personas, entre niños, adolescentes y adultos que deambulaban por el espacio vehicular. NTX
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