Como una muestra más de la falta de autoridad y sapiencia del Ayuntamiento de Puebla está la falta de control de franeleros, los cuales se han apoderado de la vía pública del Centro Histórico.
Para nadie es extraño que a lo largo de la 2 norte los franeleros coloquen botes para el apartado de espacios que alquilan a los conductores siempre y cuando también acepten el lavado de su automotor, pues de lo contrario le niegan el estacionamiento.
Por el lavado del vehículo, los “viene, viene” han establecido la tarifa de 30 pesos, más 10 pesos por el estacionamiento, lo que es un daño para el bolsillo de los conductores.
En caso de que alguien se estacione sin el consentimiento de los franeleros corre el riesgo de encontrar su carro rayado o con las llantas ponchadas, sin que nadie responda por los daños.
Lo incongruente es que pasan patrullas de Tránsito Municipal y no hacen nada por quitar los botes de apartado de espacios. Los agentes simplemente argumentan que eso corresponde a los inspectores de Vía Pública.
Esta misma situación se vive en las calles aledañas al zócalo, donde verdaderas mafias de franeleros se han apoderado de la zona. Mientras tanto, el Ayuntamiento sigue enfrascado en luchas políticas y no en dar respuesta a los reclamos de la población.
Cabe señalar que los problemas entre los conductores y franeleros se dan a diario, ya que los espacios para estacionarse en el Centro Histórico son pocos y los “viene, viene” los mantienen bajo su dominio para lucrar.
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