“Madre”, la palabra que, en la cultura mexicana, trasciende a la figura familiar

“Madre”, la palabra que, en la cultura mexicana, trasciende a la figura familiar

Foto: Enfoque, Freepik

Este 10 de mayo se celebra el Día de las Madres, una figura de suma importancia en la cultura mexicana, pues sobre ella se conforman gran parte de las familias del país. Esta palabra es sumamente importante para los mexicanos, ya que alude a la mujer que nos da la vida, pero también es una palabra que en nuestra cultura adopta múltiples significados y usos, desde ofensas hasta halagos.

 

En el Día de las Madres todos pensamos en la mujer que nos da la vida, los momentos agradables que pasamos junto a ella y las alegrías que nos ha dado a lo largo de nuestra vida. De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), la palabra madre significa “mujer que ha concebido o ha parido uno o más hijos” o “mujer con cualidades atribuidas a una madre, especialmente carácter protector y afectivo”.

 

Sin embargo, el imaginario mexicano convirtió este en un concepto alejado de lo que es originalmente y que se puede aplicar prácticamente para todo lo que nos rodea. La palabra madre deja de ser una figura que evoca a la figura familiar, para pasar a ser una expresión de alegría, cantidad, referirse a objetos, expresar fastidio, ofensas y demás expresiones coloquiales del día a día.

 

Quizá las expresiones coloquiales que más relacionamos a la palabra madre son aquellas que tienen una connotación negativa, ya que al ser una figura tan importante para los mexicanos, es susceptible de usarla como un objeto de ofensas. Las famosas “mentadas de madre” son uno de los insultos que más proferimos y que se basa principalmente en ofender a la progenitora.

 

Por otra parte, está la transformación de la palabra en un adjetivo calificativo, que es el que expresamos cuando decimos “está con madre” o “es a toda madre”, aunque en algunos casos se emplea en el mismo sentido pero, paradójicamente, con un uso contrario, es decir, cuando decimos “esto no tiene madre” para manifestar que algo es agradable o demasiado bueno.

 

Obviamente, una palabra como esta también se usa para hacer afirmaciones de negación, como “ni madres”, o para expresar sorpresa “en la madre” o “madres”. Por si fuera poco, también se le puede emplear para mostrar indiferencia ante alguna situación, como cuando decimos “me vale madres”. También está el uso para expresar dolor al decir “madres” o “me di en la madre” ante un golpe o accidente.

 

Otros usos son para explicar el desorden, con la palabra “desmadre” o cuando nos referimos a un objeto y decimos, así sin más, “madre”. Esta palabra adopta tantos significados que una misma forma de uso aplica para diferentes escenarios, como cuando hacemos un reclamo y decimos “no tiene madre”, igual que cuando se usa como adjetivo.

 

Por si fuera poco, la palabra madre también se utiliza en contextos donde se ve como un símbolo de cantidad y tamaño, cuando decimos que algo es una “madrecita” para decir que es poco o pequeño, o cuando decimos que es “mucha madre” o “madresota” para decir que hay mucha cantidad de algo o es muy grande.

 

En la cultura mexicana, la palabra madre es una representación del amor, afecto y el cariño de la persona que nos dio la vida y a quien siempre vamos a querer y respetar; no obstante, la hemos transformado al grado de usarla en prácticamente cualquier contexto, a sabiendas de que los demás nos van a entender sin dificultad.

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