En menor medida y con menos demandas, así se da el acoso sexual contra hombres

En menor medida y con menos demandas, así se da el acoso sexual contra hombres

Foto: Freepik

Durante un concierto en Carolina del Sur, el cantante Ricky Yocupicio de la banda El Recodo fue víctima de acoso por parte de una fan que lo tomó por la entrepierna en medio de un show. Esto reabrió la discusión sobre cómo los hombres también sufren de acoso y hostigamiento sexual, y si realmente los hombres denuncian estos casos o los viven tanto como las mujeres.

 

Mientras el cantante se acercó al público en medio del concierto en Estados Unidos, una fanática estiró el brazo y le tocó la parte íntima en una incómoda escena para el cantante. En redes sociales, los internautas mostraron su rechazo al que es un claro caso de acoso sexual en el que las reacciones hubieran sido diferentes en caso de que los papeles fueran al revés.

 

Y es que en México los hombres, al igual que las mujeres, también son víctimas de acoso y hostigamiento sexual, aunque con un notable número sustancialmente en los casos, algo que se refleja en los registros en México. ¿Qué tanto denuncian los hombres el acoso sexual?

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del 2023, los hombres fueron víctimas de 330 delitos sexuales por cada 100,000 habitantes. Esta cifra es menor que la de mujeres, toda vez que son víctimas de 3,935 delitos sexuales por cada 100,000 habitantes, dando un balance de 11 delitos contra las mujeres por cada delito contra los hombres.

 

Por otra parte, también se registraron 1,188 delitos de abuso sexual con víctimas hombres de cinco a nueve años y 1,215 delitos con víctimas hombres de 10 a 14 años, en comparación con los 3,418 delitos con víctimas mujeres de cinco a nueve años y 7,142 de 10 a 14 años.

 

Si bien estas son las cifras dadas a conocer en septiembre del 2023, en el plano general tanto para hombres como para mujeres, se registraron 13,114 denuncias por acoso según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el año con más incidencia del sexenio. En 2019 hubo 4,221; en 2020 fueron 5,596; para el 2021 fueron 7,060; y en 2022 fueron 10,977 denuncias.

 

Para el caso de Puebla, tan sólo entre enero y marzo del 2024, de acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE), se tienen contabilizados 85 casos de acoso sexual, pero no se detalla cuántos corresponden a hombres y cuántos a mujeres.

 

Aunque el acoso que sufren los hombres es un problema real, menor que el que afecta a las mujeres, ni el informe del SESNSP ni las cifras de la FGE detallan cuántas corresponden a cada género, por lo que hoy en día no existen cifras actualizadas de cuántas denuncias presentan los hombres por situaciones de acoso o agresión sexual.

 

Para tener una aproximación del panorama de denuncias de los hombres, existe un estudio publicado en el 2018 por el colectivo “Hombres Sin Violencia”, en el que refiere que al menos el 40 % de los hombres en México podrían ser víctimas de algún tipo de maltrato a manos de mujeres, desde violencia física hasta sicológica, verbal y violencia económica, y en algunos casos por padecer una discapacidad.

 

El mismo estudio asegura que de este universo, únicamente el 4 % presenta una denuncia ante las autoridades, es decir, de cada 100, menos de dos denuncian. Lo anterior obedece a diferentes factores, la mayoría de ellos relacionados con el machismo que impera en la cultura mexicana, pues está “mal visto” que a un hombre lo golpee una mujer y luego este vaya y lo denuncie.

 

Situaciones donde se da el acoso de una mujer hacia un hombre, se apela al machismo para referir que ello no debe ser motivo de ofensa para un varón y, al contrario, es una “buena señal” de atracción con las mujeres. También está el factor de que hay quienes no denuncian por temor a represalias legales, por ejemplo, amenazas de llevarse a sus hijos bajo el amparo de la ley, o bien, amagando con insinuar que fueron ellos los primeros agresores.

 

Finalmente, está la vertiente de quienes no denuncian porque están acostumbrados a ver la violencia como algo cotidiano que han vivido desde su infancia. Quienes han sido maltratados toda su vida tienden a interiorizar el problema y verlo como algo inherente, llevando a una negación del problema en la que se prefiere no alzar la voz y dejar que pase continuamente.

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