La lluvia, sí, pero hay otros factores que facilitan accidentes de auto

Luego de días de intenso calor y sequías en Puebla y gran parte del país, por fin se asoma la temporada de lluvias, aunque está también supone algunos riesgos, especialmente para quienes tienen que conducir en medio de las precipitaciones. En Puebla no tardaron en darse los primeros accidentes automovilísticos que generan duda si se debe sólo a la lluvia o a otros factores.

En municipios como Ocoyucan, en la autopista Atlixco-Puebla, y naturalmente en la capital del estado, se vieron diversos accidentes automovilísticos que causaron daños materiales y algunas pérdidas humanas que se atribuyen al clima lluvioso; no obstante, en los hechos hay otras vertientes que influyen en los accidentes que vemos durante las lluvias o en otras épocas del año.

Desde materiales tirados en medio de la carretera y fallas mecánicas, hasta las complicadas condiciones del camino y las distracciones al volante, hay varias aristas que facilitan un accidente en época de precipitaciones.

Factores que propician un accidente en época de lluvias

La lluvia en sí ya es un factor de riesgo que provoca múltiples accidentes de auto, pues de acuerdo con expertos las posibilidades aumentan hasta en 70 %, siendo una de las principales razones la calles o autopistas mojadas que provocan que los neumáticos del coche no frenen, lo que sumado a la velocidad deviene en choques o volcaduras.

El agua encharcada esconde riesgos en el camino, como lo son baches y objetos que no se esquivan fácil o a los que la reacción puede ser tardía. Lo anterior se agrava cuando la caída de agua es intensa, ya que se obstruye la visibilidad en las vías, pero también opaca los espejos laterales, parabrisas y difumina la luz de los faros, lo que complica ver otros autos, señales de tránsito y peatones.

Lo más “temido” de la temporada de lluvias y la conducción es la pérdida del control de los autos, ya que el asfalto mojado o resbaloso reduce la capacidad de las llantas de adherirse y, en consiguiente, es más difícil maniobrar, lo que en muchos casos deviene en volcaduras. A la intensa agua se suma la niebla que suele acompañarlas y oculta a otros autos y riesgos.

Si bien se cree que las lluvias son el único factor que favorece los incidentes, la realidad es que esta no sería de riesgo si los automóviles estuvieran en óptimas condiciones. Cuando a las llantas sólo les quedan 2 milímetros, significa que su vida útil acabó hasta el 95 %, por lo que no se recomienda manejar sobre la lluvia.

Otro aspecto del auto a considerar, son los limpiaparabrisas, los elementos que se usan para despejar el vidrio frontal, pero que si no están en buenas condiciones no remueven el agua y se bloquea la visión del conductor. En suma, también hay conductores que no toman precauciones y van sin la distancia correcta, sin faros o a altas velocidades sin considerar los riesgos.

Finalmente, existe un factor más que se llama “hidroplaneo”, que son los momentos en que los cuatros neumáticos del vehículo se despegan por completo del asfalto. Este es quizá el factor más peligroso, ya que el conductor, por mejores condiciones que tenga el auto, no será capaz de controlar la tracción de la unidad.

El hidroplaneo se da cuando las ranuras de los neumáticos no expulsan el agua que hay sobre la carretera, lo que provoca que en lugar de ir sobre el asfalto, las llantas vayan sobre el agua. Ahí cobra más relevancia el estado de los neumáticos, ya que cuando el dibujo desaparece, o cuando no tienen la presión adecuada, es más fácil que estos se desprendan del asfalto y circulen sobre el agua.

Ahora que inicia la temporada de lluvias, es importante que los conductores tomen en cuenta todas las precauciones para evitar accidentes que en su mayoría terminan en tragedia. Asimismo, deben considerar que no todo está en el estado del camino y el riesgo de la lluvia, sino que también es relevante revisar el auto antes de salir a manejar en la temporada de lluvias.