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En Puebla, como en gran parte del país, ya se sienten las altas temperaturas que azotan en la temporada de primavera, con temperaturas que llegan a los 31 grados. Esto resulta relevante porque en Puebla se tiene un alto grado de sequía en varios municipios, lo que podría agravarse conforme aumenten las temperaturas y los niveles de los cuerpos de agua disminuyan.
Ríos, lagos y presas que surten de agua a la capital y a la zona metropolitana de Puebla han presentado una baja en sus niveles de almacenamiento, un problema que deriva en sequía en casi un centenar de municipios. Conforme avance el año y las temperaturas suban, esta problemática podría aumentar y la escasez de agua en la entidad se haría más latente.
La sequía que se vive en el estado es un desafío mayúsculo, ya que con las altas temperaturas la necesidad del recurso se vuelve más urgente, aunado al hecho de que la falta de lluvias exacerba el problema. Los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) exponen que este no es un problema del futuro, sino algo con lo que ya lidiamos en Puebla.
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De acuerdo al Monitor de Sequía en México (MSM) de la Conagua con corte al 31 de marzo del 2024, en Puebla hay al menos 25 municipios en los que el nivel es de sequía extrema D3. En tanto, otros 60 municipios presentan nivel de sequía severa D2, dando un total de 85 localidades donde la escasez de agua está por encima de lo normal o moderado.
En lo que respecta a Puebla capital, el municipio tiene nivel de sequía D0, lo que significa que apenas está anormalmente seco. Otros de la zona metropolitana, como San Pedro y San Andrés Cholula, Cuautlancingo y Amozoc también están en el nivel D0, mientras que Huejotzingo es el de la zona con más sequía, ubicado en un nivel D2 de sequía severa.
Por otra parte, esta misma zona es nutrida de agua por presas que empiezan a presentar indicios de sequía, algunas de ellas con menos del 50 % de su capacidad de almacenamiento. En total el estado cuenta con cinco principales presas que, de acuerdo al reporte de la Conagua con corte al 15 de abril, son La Soledad con el 45 % de almacenamiento, equivalente a 6.244 hectómetros cúbicos (hm3).
Otra que está por debajo de la mitad de su almacenamiento es la de Tenango, en el municipio de Chignahuapan, cuyo almacenamiento actual es de 42 % y 11.833 hm3. Por su parte, la de Necaxa se encuentra al 73 % de su capacidad, es decir, 21.111 hm3. La que presenta un mayor número es la de Nexapa, ya que presenta un 103 % de su capacidad de almacenamiento, que se traduce en 12.846 hm3.
Finalmente está la más importante para la zona metropolitana, que es la presa de Valsequillo o “Balcón del Diablo”, cuya capacidad de almacenamiento hoy en día está en 71 %, equivalente a 213.571 hm3.
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Sin embargo, en lo que respecta a la obtención de agua para Puebla capital y la zona metropolitana, uno de los cuerpos de agua más importantes es el río Atoyac. La Conagua señala que esta cuenca tiene una disponibilidad media anual de agua superficial en la cuenca hidrológica de - 480.86 hm3 anuales, esto de acuerdo al último reporte publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 28 de diciembre del 2023.
Ahora bien, este es un panorama de sequías y disminución en la disponibilidad en los cuerpos de agua es algo que se ve en prácticamente todo el país y podría seguir así en el corto plazo. A finales del 2023 la Conagua alertó que el 2024 va a ser un año caracterizado por la sequía, especialmente en los meses de estiaje que se dan en la temporada de primavera.
De igual forma, la escasez de lluvias durante el 2023 dio pie a que muchas cuencas de almacenamiento de agua no se recuperen completamente y lleguen a este año con un marcado déficit. De seguir así, en los próximos meses se darán más disminuciones, y como ejemplo de ello es la situación de la presa de Valsequillo, que en el reporte del 31 de marzo estaba en 72 %, y para hoy bajó un punto, algo que se repetiría en otras presas y ríos del estado.
