Incendios forestales provocados, un delito que acaba con las áreas naturales de México

Incendios forestales provocados, un delito que acaba con las áreas naturales de México

Foto: Freepik

En días recientes múltiples estados de la República han reportado incendios forestales que permanecen activos y amenazan con expandirse a más regiones, afectando directamente a los ecosistemas boscosos. Algunos de estos coinciden en que no son productos de la mala suerte o condiciones climáticas, sino que son provocados al propósito por personas, un delito en México.

 

Se sabe que hasta el lunes 25 de marzo había 58 incendios forestales en 15 estados, incluido Puebla, Morelos, Veracruz y el Estado de México, donde se pierden hectáreas de áreas naturales protegidas (ANP). Uno de los incendios que permanecen activos en el Edomex causó indignación debido a que fue provocado a propósito por un joven.

 

En un vídeo que se viralizó en redes sociales se ve a una persona mientras arroja un objeto en llamas a una zona de vegetación, esto en la zona de Naucalpan, lo que a la postre culminó en un incendio forestal en dicha demarcación. Aunque muchos se originan por las condiciones climáticas y la sequía, muchos otros son causados por personas como la que se exhibe en dicho video.

 

Esta acción constituye un delito que es fuertemente castigado en nuestro país, ya que deriva en la pérdida de reservas naturales y afectaciones a los ecosistemas. De acuerdo con el Código Penal Federal, el artículo 420 BIS detalla que provocar incendios en bosques, selvas, vegetación natural o zonas forestales, se castigará con penas de uno a diez años de prisión, o el equivalente de 300 a 3,000 días multa.

 

 

En todo caso, se aplicará una pena de dos años más de prisión y 1,000 días adicionales de multa a quienes intencionadamente incendien una ANP, o si el autor material o algún partícipe lo hace con fines de lucro, o bien, si se recibe un beneficio económico derivado de la quema de un territorio.

 

Los incendios que permanecen activos en casi la mitad del territorio nacional son combatidos por elementos de la SEDENA, la Guardia Nacional, Conagua, Conafor y Protección Civil. Sin embargo, hasta que no se extingan en su totalidad, se seguirá perdiendo parte del patrimonio natural y se intensificarán los daños a los ecosistemas de México.

 

El impacto de un incendio variará de acuerdo con la intensidad del mismo, su extensión, recurrencia y duración. En lo inmediato, se presentarán pérdidas de bosques, selvas y vegetación en las áreas naturales, además de que se degrada el suelo donde acontecen, ya que con el fuego se pierde la protección que brindan la flora y los árboles, lo que lo hace más susceptible de erosionarse.

 

De igual forma, desaparece el hábitat de las diferentes especies de fauna silvestre, lo que causa un desequilibrio en las cadenas alimenticias del ecosistema, haciendo un efecto en cadena en el que se interrumpen múltiples ciclos de vida. Esto deriva en que las especies se alejen, mueran o no encuentren fuentes de alimento.

 

Lo anterior son los efectos directos e inmediatos que se dan tras los incendios, pero hay otra serie de efectos que se ven gradualmente. Por ejemplo, a medida que se pierden las áreas naturales también se altera el clima porque cada vez hay menos vegetación que genere oxígeno y retenga dióxido de carbono, lo que repercute en que haya más gases de efecto invernadero.

 

Aunque para muchos no sea conocido, los incendios forestales también impactan en la disponibilidad del agua, toda vez que al haber menos vegetación y materia orgánica, los suelos tienen menos captación de agua, se filtra menos a los mantos acuíferos y escurrimiento, resultando en más sequías y cada vez menos agua.

 

Así, los incendios forestales son una de las principales amenazas para las ANP del país, pues cada año se pierden cientos de miles o millones de hectáreas, lo que significa que cada vez hay una peor calidad del aire y disminuyen las áreas verdes.

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