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A pesar de la legislación del pasado abril en la que se busca prohibir el uso de bolsas de plástico, popotes y unicel, muchos de los establecimientos de la capital poblana aún siguen dando estos productos aunque son altamente contaminantes. Su resistencia al cambio es que tienen todavía 15 meses para dejar de entregar estos artículos a sus clientes.
Los dueños de los negocios no han hecho lo mínimo para sustituir el plástico con alternativas biodegradables, lo cual provoca que la contaminación con estos materiales sea un problema vigente.
Los comerciantes aseguran que los consumidores tampoco han tomado en cuenta la nueva medida, "nosotros les hemos dicho a nuestros clientes que ya no daremos bolsas, pero ellos insisten y nos la piden", mencionó Sandra, quien atiende una fonda de comida para llevar.
Muchos vendedores han incentivado a la gente a llevar su bolsa de tela para sus compras, dando descuentos o en caso contrario cobrando una cantidad significativa por la bolsa usada, "nosotros tenemos el letrero donde les decimos que pronto dejaremos de dar bolsas y que si pueden traer su bolsa de tela sería lo mejor", refirió Ernesto, dueño de una panadería.
Son tres meses desde que el Congreso del Estado reformó la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial; sin embargo, a muy pocos parece importarle.
Los vendedores y consumidores aún tienen tiempo para buscar alternativas amigables con el medioambiente, con el fin de no seguir contaminando y aminorar el calentamiento global.
