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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) para el año 2018. Esta encuesta se realiza de forma bianual y esta edición representa los últimos datos del periodo neoliberal. La siguiente se realizará en 2020, se publicará hasta 2021 y nos dará indicios de los primeros efectos de la 4T.
La ENIGH es muy importante porque nos da información sobre el nivel de ingresos de los hogares, lo que nos permite medir la desigualdad en la distribución de la renta; en ese sentido, Guerrero y Chiapas son las entidades con el ingreso promedio más bajo por hogar que equivale a sólo el 37% del promedio de ingreso que registraron la Ciudad de México y Nuevo León, las entidades de mayores ingresos. Puebla ocupó el 7º lugar a nivel nacional entre las entidades con menores ingresos del país.
Con la comparación de la distribución del ingreso por hogar se calcula el índice de Gini que es un indicador que va del 1 al 0, donde el 0 expresa la máxima igualdad y el 1 la máxima desigualdad. En México este valor es de 0.47, comparado con el 0.49 de 2016, la reducción en términos generales ha sido insignificante.
Las principales fuentes de ingreso de los hogares fueron los obtenidos por un trabajo (67%), el segundo lugar lo tuvieron las transferencias, que son apoyos de gobierno mediante ingresos directos (15%). Cuando se consideran las transferencias en la suma de los ingresos totales, la desigualdad del índice de Gini baja de 0.47 a 0.42; lo que demuestra el poderoso efecto que tienen en la reducción de la desigualdad.
En materia de género, las diferencias son abismales. La siguiente gráfica muestra la desigualdad del ingreso entre hombres y mujeres de acuerdo con la escolaridad. Se observa que la mayor desigualdad está en el nivel de escolaridad más baja. Un hombre con primaria gana casi el doble que una mujer o, en otras palabras, una mujer gana 88% menos que un hombre. Conforme la escolaridad aumenta las diferencias disminuyen hasta llegar al nivel profesional. Una mujer con licenciatura gana 42% menos que un hombre. Pero la desigualdad vuelve a aumentar en el nivel de posgrado; una mujer con maestría gana 77% menos que el hombre.
Elaboración propia con datos de ENIGH 2018
Por edades, los hombres y mujeres de 50 a 59 años son lo que mayores ingresos tienen, siendo los hombres los perceptores del doble que las mujeres. El grupo de edad de menores ingresos tiene entre 12 y 19 años. Por condición étnica, las mujeres indígenas ganan 85% menos que los hombres indígenas.
Respecto a 2016, se observa que la desigualdad disminuyó ligeramente en los hogares más pobres (por efecto de las transferencias de gobierno), pero aumentó en los hogares de medianos ingresos. Los hogares de poblaciones rurales fueron más desiguales que los de poblaciones urbanas.
En materia de gastos de los hogares promedio nacional, el 37% es para alimentos; para los hogares más pobres llega al 88%. Esto significa un aumento real del 5% con respecto a lo que gastaba en 2016. Los grupos alimenticios que aumentaron mayormente el gasto fueron frutas, verduras y tubérculos.
Respecto al resto de la estructura del gasto, el mayor aumento se registró en combustibles con el 14% y la electricidad con el 6%, son los efectos de los gasolinazos que en esta columna siempre denunciamos. Para compensar esos aumentos, los hogares redujeron su gasto en esparcimiento en 9% y en leche en 6%.
Como observamos las transferencias del gobierno contribuyen en gran medida a reducir las desigualdades del país, sin duda uno de los grandes aciertos de este nuevo gobierno es la reorientación y ampliación de programas de transferencia directa. Habrá también que diseñar estrategias con un enfoque de género para disminuir las diferencias entre hombres y mujeres.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos
