Sismo 1999, cuando la tierra puso a temblar a Puebla

Sismo 1999, cuando la tierra puso a temblar a Puebla

Foto: Enfoque

Es un martes normal en Puebla. Los mercados lucen llenos, pues la hora de la comida se acerca y no tardan en llegar a casa los niños, que recorren las calles de la ciudad acalorados por los casi 30 grados que azotan la capital. La noticia del día era un accidente en la México-Puebla, que generaba el cierre de esta pista y provocaba enlaces en vivo de todos los noticieros vespertinos.

 

Los guisados, las sopas, las ensaladas están sobre la mesa de muchas familias poblanas. El reloj apuntaba las 15:30 y todo apuntaba a que salvo ese accidente, los noticieros seguirían hablando del rumor sobre el regreso inmediato del Puebla a Primera División, luego de descender hace apenas unas semanas.

 

Son las 15:42 y se enrarece el ambiente. Los perros comienzan a la ladrar alarmados, los pájaros salen despavoridos de los árboles y el suelo se comienza a sentir hueco. "¡Está temblando!", se escucha en una de las tantas viviendas del centro histórico y comienza la tragedia.

 

Un sismo de magnitud 7.1 con epicentro en Tehuacán cimbra el suelo de la capital poblana. El terror invade a hombres, mujeres y niños, sobre todo a los que estaban en el primer cuadro de la ciudad, donde el polvo, los gritos y la muerte ensombrecían un cielo que apenas comenzaba a  nublarse.

 

15:43. El silencio es la antesala del caos y momentos después del sismo comienzan a sonar las sirenas de patrullas y ambulancias en toda la ciudad. Los gritos de ayuda en el centro histórico son aterradores. La iglesia de la Compañía, de San Agustín y de San Francisco tienen graves daños y todo indica que no tardan en venirse abajo.

 

La 5 poniente es un campo de batalla con autos aplastados y un par de cadáveres, todo enmarcado por el llanto de muchos poblanos, que no entendían por qué la tierra había puesto a temblar de esa manera a Puebla, ciudad patrimonio en riesgo y catalogada la noche del 15 de junio de 1999 como zona de desastre.

 

20 años después volteamos la mirada y pocos poblanos recuerdan con claridad en ese momento. El sismo que se recuerda es el del 19 de septiembre de 2017, que lastimó inmuebles antes dañados el 15 de junio de 1999, caso concreto la iglesia de San Francisco, donde cayó una cúpula, y el Hospital de San Alejandro que ya no soportó más y quedó inservible.

 

Puebla lloró en 1999 a 20 víctimas, que gracias a los escombros o accidentes que un sismo provoca perdieron la vida. Dos décadas han pasado y en el Palacio Municipal, en el edificio Carolino, en la Catedral y en la Biblioteca Palafoxiana aún se notan algunas heridas que este sismo dejó.

 

En números fríos, el sismo de 1999 fue costoso para Puebla, pues afectó a más de 34,000 viviendas, 1,200 escuelas, 88 hospitales y casi 800 inmuebles, catalogados como históricos, sufrieron daños que hasta hoy, 20 años después, siguen presentes en sus paredes, como un doloroso recuerdo del día que la tierra se ensañó con Puebla.

 

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