Por primera vez, Puebla fue sede de una Subasta del Sistema de Administración y Enajenación de Bienes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que tuvo las modalidades de martillo y sobre cerrado.
Compradores provenientes de Puebla, Ciudad de México y otros estados de la república, se dieron cita en el Centro Expositor de la Angelópolis para tratar de adquirir los bienes incautados por la Federación.