Hace aproximadamente 6 meses se inauguró el Parque Amalucan, un espacio donde destacaba una playa artificial destinada para la diversión de niños; sin embargo, la falta de cultura de la sociedad terminó por convertir a este pulmón de la ciudad en un elefante blanco.
Hoy, el Parque Amalucan luce desolado y con algunas obras inconclusas. El ojo de agua que lo destaca se ve completamente sucio y se mantiene desde el pasado 27 de diciembre cerrado por tiempo indefinido.